NO DURÓ NI UN AÑO Y YA ESTABAN DESTRUYENDO LO CONSTRUIDO
PAULA PALMA 10-A
” Llegaban policías con grandes armas que nos mataban del susto”
Nos encontrábamos en los salones de Sena realizando nuestras diferentes actividades dependiendo de nuestras líneas escogidas, en mi caso, me encontraba en mantenimiento de computo realizando unas pocas guías de instalaciones de Windows que había dejado la instructora debido a las dificultades de internet que había en el colegio. Recuerdo que estaba común y corriente sentada en mi computador con un poco de frio creando manuales para diferentes instalaciones, eran las 4 de la tarde y en mi cabeza solo pasaba “espera una hora más para llegar a casa y volverme una con mi cobija térmica”, pero jamás se me ocurrió que cambiaría mi barrio y su seguridad aquel día.
El sonido de la ducha me despertó aquella mañana. Por lo general siempre se baña mi familia de primeras y luego yo. Era una mañana del martes, tenía Sena, odiaba saber que tenía que estar en aquel salón donde se sentía más la brisa fría de la mañana ¿Por qué siempre hacia más frio los martes de Sena?, nos congelaba por completo sin que podamos sentir nuestras manos al momento de manipular los computadores. Me alisté y salí con el dolor de dejar mis cobijas calienticas en la cama. Casi todos los días era una de las que llegaba más temprano que los demás, así que apenas entre al salón traté de adelantar las guías de tarea para descansar por tarde, pero lastimosamente no se pudo. En el colegio se estaba presentando un problema de falta de internet, generando así que no se pudieran hacer las investigaciones asignadas, no le vi mas solución y me acosté en el escritorio para entrar un poco en calor mientras llegaba la instructora a darnos una solución. Luego de un tiempo la instructora nos dejó de tarea crear unos manuales para seguir paso a paso una instalación de Windows. El día pasó tan rápido que, en toda la mañana solo me enfoque en terminar aquellos manuales, cuando me dio la tentación de ver la hora, ya era la hora del almuerzo, la mejor hora del día, porque con estómago feliz cabeza feliz y podía terminar más rápido los manuales. Además de ello, me encontraba feliz al saber que cada vez se acercaba más la hora de enrollarme en mis cobijas para que el frio se vaya. Entramos del descanso del almuerzo y ya me faltaba poco para terminar los manuales, así que me relaje un poco y me puse a escuchar música para que me motivara a terminar más rápido, era como un plus para mí.
Eran las 4 de la tarde, faltaba una hora para que terminara la jornada y fuera a poner contento a mi estómago con un rico chocolate caliente y una arepita con queso mientras me ahogaba en la calidez de mis cobijas, cuando de repente, entra la coordinadora de núcleo a decirnos que ocurrió un incidente en el colegio vecino y por temas de seguridad teníamos que salir a nuestras casas de inmediato, todos nos asustamos terriblemente al escuchar esto, nos carcomía la intriga de lo que pudo haber pasado, no sabíamos nada pero alistamos nuestras cosas rápido y partimos hacia nuestras casas. En mi cabeza se borró por completo el plan de comer mientras me envuelvo en cobijas y se inundó de pensamientos malos y hechos sangrientos que pudieron haber pasado en aquel colegio. Tenía una mala espina de que algo grave estaba pasando, lastimosamente la curiosidad me gano y me torturo tanto que tuve que ir a averiguar, vivía a unas casas cerca del colegio si pasaba algo grave podía fácilmente salir corriendo hacia mi casa, no era nada lejos. Al acercarme a casa, había una cantidad de gente que se veía infinita, se veía muy preocupada y asustada que me estaban contagiando ese miedo, todo el mundo corriendo y gritando y yo no sabía la explicación, me sentía tan vulnerable como una hormiga en un ganado sin saber qué hacer. No solo corrían las personas, sino que con ellos, corría el rumor de que una menor de edad había sido abusada sexualmente y tenía que haber justicia, al llegar esto a mis oídos quede sin palabras y me surgió una necesidad inmensa de salir corriendo para mi casa. Todas las personas de mi barrio estaban en sus puertas mirando que era lo que estaba pasando, unos salían por sus ventanas con miedo que les pasara algo y otros muy valientes fueron hacia el peligro para mirar que era lo que provocaba tanto alboroto. Aquí en mi barrio somos personas muy unidas y empáticas y nos preocupamos por la salud de los demás, así que un grupo de personas iban a averiguar qué era lo que estaba pasando y llegaban a informar al resto si corrían peligro.
Poco tiempo después se supo la verdad, definitivamente el colegio si estaba pasando por una situación delicada, así que todas las personas de mi barrio se pusieron de acuerdo en mantenerse resguardados antes de que les pasara algo malo. Por ahí ya casi siendo las 6 de la tarde, empezaron a sonar gritos desesperados, todas las personas de mi barrio y yo nos preocupamos al oír esto y algunos salieron a mirar que era lo que estaba pasando, llego la policía y personas del SMAT, las personas estaban rompiendo los vidrios del colegio nuevo, tiraban pintura y gritaban que querían justicia, pero no les bastaba con esto, cogieron los contenedores de basura que estaban cerca del colegio y los quemaron, además de esto, sacaron y esparcieron toda la basura para bloquear el paso de todos los medios de transporte, la gente que llegaba de trabajar tenían que bajarse de los automóviles y caminar hacia sus casas, había un caos total. Mi barrio y yo vivimos un miedo indescriptible, creímos que se iba a crear una revolución que acabaría con el colegio y con sus casas alrededor, cada uno se resguardo en su casa y rezo porque nadie saliera herido. Sonaron una, dos, tres, cuatro bombas que hacían temblar el piso, sonaban gritos desesperados y encendieron las sirenas del barrio, no sabíamos que hacer y esto nos desesperaba. Duro así como 4 horas, siendo las 10 de la noche ya todo estaba un poco más calmado, no se escuchaba ni se veía ningún alma por las calles, todo estaba muy solo y callado que se escuchaba el pasar del viento volviéndose un poco tenebroso.
Las personas de mi barrio se acostaron a dormir alrededor de las 11 y 12 de la noche con la fe de que ya había acabado todo, pero al otro día a la misma hora no había cambiado nada, esta vez había más gente, salimos en televisión en diferentes medios comunicativos, todos prendieron sus televisores y subieron el volumen con la esperanza de escuchar buenas noticias pero era todo lo contrario, las personas cada vez se comportaban más como animales sin civilización ni razón, se estaban volviendo locos que hasta se veían capaces de matarsen unos a otros, no sabíamos que les estaba pasando, el miedo rondaba cada vez más en las cuadras de mi barrio.
Al tercer día ya todo estaba más calmado, retomamos clases normales en nuestro colegio, ya que nos encontrábamos cerca de aquel alboroto, se tomó la decisión de no tener clases para garantizar la seguridad de cada miembro de nuestro colegio. Las paredes de aquel colegio gritaban por ayuda, aquel colegio recién construido parecía un colegio de tiempos pasados agrietados y lleno de polvo. A los alrededores del colegio afectado, se sentía una tristeza inmensa, todo el mundo estaba feliz y asombrado, el día que fue terminado para que lo lastimaran de aquella forma, y no solo a ellos, también a los estudiantes que estudian allí, no sabrían describir la tristeza y el dolor de ver como dañan lo que hicieron para ellos y su educación, ninguno de nosotros entendía porque lo habían hecho, ¿será que así solucionarían algo? No sabíamos cuál era el propósito de aquel alboroto, pero llegamos a la conclusión de que muchas perdonas aprovecharon la oportunidad para dañar los elementos que eran indispensables para la comunidad. Vivimos el terror de frente en nuestras casas esas dos noches, nunca había visto mi barrio tan asustado como aquel día, al final del alboroto en mi barrio quedaron muchas enseñanzas rondado por allí y muchas historias espeluznantes también, pero lo más importante era que cada uno de nosotros nos encontrábamos en nuestras casas unidas con nuestras familias rezando porque no les pase nada ni a ellos ni a un miembro de nuestro barrio.